Se enfoca a la manera como hemos aprendido a interpretar lo que nos sucede para corregir errores que nos llevan a fracasar en n uestra vida diaria. La forma como interpretamos nuestro entorno está determinada por nuestro conocimiento y creencias del mismo, y afecta nuestro comportamiento, emociones y respuestas ante lo que ocurre, influyendo y condicionando en la manera como nos vemos a nosotros mismos y a los demás.La Terapia Cognitivo-Conductual se enfoca en el análisis de problemas específicos de la persona para aclarar sus antecedentes, sus consecuencias, su origen y los aspectos actuales que los mantienen. A partir de ahí, se establecen los objetivos terapéuticos a lograr y se diseñan las estrategias de intervención psicológica para ello.
Nuestros conflictos psicológicos suelen ser problemas de adaptación a nuestro entorno mediante comportamiento inadecuado ocasionado a veces por un aprendizaje erróneo que distorsiona nuestra percepción de la realidad.
La Terapia Cognitivo-Conductual nos enseña nuevas formas de interpretar lo que sucede ayudándonos a reorganizar nuestro pensamiento, conocimiento y creencias para dar mejores y más eficientes respuestas.
La Terapia Cognitivo-Conductual cuenta con la mayor cantidad de evidencia empírica sobre su eficacia, es una modalidad de terapia breve centrada en el presente y enfocada al análisis del problema y a su solución.
En esta orientación, la persona, junto con el psicólogo, analiza los problemas que le aquejan para encontrar mejores modos de entender su entorno y lograr una mejor adaptación mediante la adquisición de respuestas eficientes. El psicólogo ayudará a la persona a:
- Controlar y evitar pensamientos negativos que condicionan sus emociones y comportamiento, y a sustituirlos por pensamientos realistas y positivos para una ctuación personal más eficiente y satisfactoria.
- Identificar las relaciones entre sus pensamientos, sus emociones y su conducta en situaciones específicas características de los conflictos que padece.
- Evaluar objetivamente las evidencias en favor y en contra de sus pensamientos, conducta y emociones distorsionados, mejorando la percepción de sí mismo y elevando la autoestima.
Los hombres no se perturban por las cosas, sino por la interpretación que de ellas hacen (Epícteto, 55-135 d.C.)
La manera como aprendemos de la vida suele estructurarse a partir de nuestras relaciones familiares tempranas y puede pasar desapercibidas las circunstancias y sus efectos sobre nuestros pensamientos debido a nuestra escasa capacidad de análisis en esas edades.
Cada persona es diferente a los demás a causa de su historia individual y única, por lo que la respuesta de una persona ante un suceso de su entorno será distinta a la que pudieran dar otras personas distintas.
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